Para algunos puede ser algo curioso, contradictorio o inclusive, chocante que un sistema estatal este encargado de gestionar y vender toda clase de brebaje alcohólico en tiendas de licores especializadas, esparcidas o regadas por el territorio de las ciudades de un país. Sin embargo, en Suecia esto es así y tiene sus razones.

Primero se debe señalar que el Systembolaget es el nombre del monopolio estatal de establecimientos de licores en Suecia que tiene como objetivo vender el alcohol que contenga más de 3,5 % a los habitantes bajo algunas leyes y restricciones que son dignas de mencionar y que es dable explicar luego, ¿porque es así?.

 

• La venta es sólo a personas que sean mayores de 20 años.

• Prohibición absoluta de promociones, descuentos o toda clase de oferta porque no están establecidos por ley.

• La venta de licores en botellas y en lata sólo se desarrolla en unidades estando restringida la venta de los famosos pack o cajas.

• Se prohíbe vender alcohol a personas que estén en aparente estado de intemperancia alcohólica.

• No se vende a personas que están comprando a terceros.

• Ningún marca (en botella o lata) debe ser favorecida para su venta en detrimento de otra, no existen estratégicas de marketing de venta de un producto determinado.

• Algo importante. No se fomenta mediante publicidad el consumo de alcohol. Como observación, el tratamiento de la información por los medios sociales es bastante loable (véase el canal youtube del Systembolaget).

 

 

Por lo general y a contrapelo en los países Latinoamericanos y Europeos la venta de bebidas alcohólicas es algo de lo más común y corriente además, de ser algo del mundo privado que se desarrolla en una cuestionable “libertad” donde los empresarios en diferentes escalas (supermercados, minimarket, botillerías y negocios varios) pueden ofrecer en sus tiendas bajo unas patentes y algunas normas municipales y leyes del país determinado, los licores que quieran y la gente puede acceder a elegir dentro de lo que ahí, lo que desee y la cantidad que quiera si es que puede pagarlo, respectivamente y bajo una suerte de responsabilidad y conciencia personal (tenga o no lo tenga formada).

 

El Alcohol en Suecia

Se puede decir que el alcohol fue un flagelo en Suecia difícil de soslayar a lo largo de su historia y que lo llevo a tener una política más rigurosa entorno a la ingesta de bebidas con graduación alcohólica y esto, fue un gran acierto para controlar algo que parecía inherente en la vida de los escandinavos.

 

Se describe que en siglos pasado en Suecia era muy habitual el consumo de alcohol en su población inclusive, se comenta y se infiere que era una forma de pago o salario que se les daba a los trabajadores siendo así, el consumo algo muy extendido y común del día a día de los suecos en esa época hasta que las cosas empiezan a cambiar con una serie de restricciones que empezaron a proponerse con el rey Adolfo Federico de Suecia en 1776 y al correr los años surgieron algunas organizaciones que llevaron a políticas más restrictiva del consumo y la venta de alcohol inclusive, más drásticas pero, tras las últimas décadas se fueron reduciendo a lo que es ahora el Systembolaget.

 

Hoy en día, existen sobre 400 tiendas que tienen la finalidad de vender bebidas alcohólicas de más de 3.5% contando con una vasta variedad de marcas y licores nacionales como internacionales y en gran parte, ha funcionado como un control o abuso de éste.

 

Por otro lado, existe total libertad para la compra en otros locales comerciales de bebidas que contengan menos de 3.5% y luego, de la adhesión a la unión europea las personas pueden introducir desde el extranjero estos brebajes “demoniacos” transformándose en una gran posibilidad dado los altos precios que se deben pagar dentro de Suecia. Es así, que surgen buenas alternativas como hacer un bonito viaje y atravesar el puente Øresund para llegar a Copenhague (Dinamarca) o bien, ir a la isla Åland y abastecerse sin pagar precios que pueden ser considerados excesivos sobre todo, desde una mirada y un presupuesto latinoamericano.

 

Otra opción es el consumo dentro de algún bar o discoteca. Sin embargo, es un asalto al bolsillo por eso, mucha gente prefiere consumir antes de ingresar a estos locales y es algo curioso porque, existe un margen contradictorio donde los chicos menores de 20 años (y obviamente, mayores de 18 años) pueden pedir alguna bebida ahí pero, no pueden comprarlo en las tiendas públicas.

 

Este tipo de monopolio público no es algo particular de Suecia ya que, otros países europeos del norte mantienen políticas similares y contextualizadas a su realidad como es el caso de Finlandia, Noruega (con el alcohol) e Islandia (con el alcohol y también, el tabaco).

 

Finalmente, se puede decir que las políticas llevadas a lo largo de los siglos en Suecia en relación al consumo del alcohol han sido una vía interesante de controlar este problema de salud a diferencias de muchos estados que han optado por hacer vista gorda y pagar el costo que puede llevar culturalmente el abuso del alcohol en una sociedad.

 

Si vas a Suecia infórmate de los horarios de estas tiendas que controla el estado o bien, busca alguna alternativa si vas a beber algo en Suecia y me comprometo, en el futuro de escribir un artículo desentrañando un poco más sobre la historia del alcohol en Suecia.

 

Más información | Systembolaget