Historia de los Raggare Suecos

Hace un tiempo atrás escribía un artículo que daba cuenta acerca del Festival de la nostalgia en Suecia (Nostalgifestivalen) que se celebra una vez al año y que tiene como objetivo compartir la afición o amor por los coches americanos de época y todo lo que gira entorno a la estética que emergía y daba vida en los años 50’ proveniente de los Estados Unidos de posguerra.

Este evento que cabe señalar es uno de los más grandes, masivos e importantes del mundo relacionados con los coches americanos descansa o se sustenta en una forma de vida trasplantada que apareció a principios de los años 50’ en Suecia llamada Raggare y que prácticamente se inspiró en los sueños, oportunidad y esperanza provenientes del país de la libertad.

Pero, ¿Qué es el Raggare?

El Ragarre en términos simples ha sido una subcultura nacida en el correr de la década de los años 50’ en Suecia por parte de la juventud de la clase obrera y también, en otras zonas de países como Noruega, Dinamarca, Finlandia, Alemania entre otros que se inspiran y recogen algunos símbolos o arquetipos americanos de vida de posguerra para hacerlos suyos como el coche americano, escuchar rock, beber mucha cerveza, ligar y pelear si es necesario para resguardar el honor personal y ciertamente, de la pandilla o grupo de amiguetes que se juntaban en algunos puntos estratégicos de las ciudades suecas, frecuentaban algunos garitos o bares de moda, se lucían mientras se desplazaban en sus coche, escuchaban discos de vinilo de 7” en el estéreo del coche y sintonizaban la radio Luxemburg que era la única emisora que ponían música afín y no la música religiosa que imperaba en las otras emisoras y también, es dable señalar que este movimiento sueco está relacionada con la mítica subcultura Greasers y también, porque no decirlo comparten elementos con el Hot Rod que fue de alcance global, más extremo y más cool.

Por otra parte, los Raggare surgían como una respuesta contestaría o un acto de rebeldía ante una sociedad muy conservadora en esos tiempos rompiendo esquemas y generando escándalos que comparados con lo que se viven hoy en día en las ciudades por parte de la juventud no es prácticamente nada, un simple juego de chicos.

Como dato curioso Ragga en sueco significa recoger chicas y esto consistía en salir en los coches chulos con una vestimenta a lo James Dean para llamar la atención de estas jóvenes que pululaban en las ciudades en busca de diversión y así, invitarlas a subir y dar un paseo algo que en ese tiempo era la forma de relacionarse y tener éxito con las mujeres pero, esto no quiere decir el libertinaje o “encuentros” a la primera de cambio que se da en la actualidad.

Sin embargo y en honor a la verdad se debe respaldar y contextualizar diciendo que en esos años la píldora del día después no existía que apareció en el trascurso de los años y los preservativos no eran de fácil acceso o masivos producto de ello algunas chicas quedaron embarazadas en esta nueva forma de vivir de la juventud escandinava.

Los elementos de la subcultura Raggare Sueca

Los elementos o símbolos identitarios de esta subcultura juvenil sueca esencialmente fueron el coche americano donde los modelos eran el Ford – 46 pasando por modelos de Chevrolet, Cadillac, Buick, Dodge, De Soto, Pontic, Oldsmobile y los que no podían acceder a estos recurrían a los Coches Opel y Volvo y que eran un poco menospreciado con el apelativo de ragarre en pañales pero, como característica general los coches se enchulaban o prácticamente se arreglaban con capas de pintura, cambiando tapacubos, agregando accesorios, decorándolos y poniendo un distintivo que era una cola de zorro en las antenas de los coches llamada raggaresvansar (colas raggare) como efecto a todo esto, la industria del automóvil fue cada día mejor y los chicos aprendieron mucho de mecánica.

Un dato que complementa y respalda este hecho es que Suecia no se involucró formalmente en la segunda guerra mundial (postura neutral) lo que llevo a tener una infraestructura industrial intacta y bajo esta condición, consiguió una ventaja comparativa frente a una Europa destruida por la guerra logrando un boom económico gracias a las exportaciones y permitiendo cierta solvencia a la capas medias y bajas y así, algunos pudieron concretar e inspirarse en vivir este sueño americano.

Otros arquetipos de dignos de mencionarse en la movimiento raggare y que identificaron a muchos jóvenes de esa época fue extraído del cine y la música que prácticamente salpico y baño a Suecia y Europa después de la segunda guerra mundial y el plan Marshall cuyos máximos representantes o iconos fueron Elvis Presley y el rebelde James Dean.

La vestimenta, estética y el look son parte esencial de esta subcultura y se caracterizaba porque los chicos de ese tiempo se preocupaban mucho de la imagen pasando mucho tiempo frente al espejo arreglándose.

Los chicos llevaban un peinado perfecto para atrás y engominado con brylcreem, botas de cuero con hebillas, chaquetas universitarias, chalecos con el nombre del club en la espalda y algunos los que podían permitírselo económicamente las cautivantes y distintivas chaquetas de cuero y al correr los años se incorporó el blue jeans que era otra prenda que agregaban sello a este mundo de ensueño.

Por otro lado, las chicas también se preocupaban del vestuario con llamativas faldas y zapatos taco alto inclusive, taco aguja y en el maquillaje usaban sombra rosada en los labios, lápiz de ojos, peinados modernos y a veces coletas evocando o incorporando un estilo audaz que evoca en parte las chicas pin-up que se popularizo desde los años 20 en Estados Unidos.

Un elemento que género algún debate o polémica fue la incorporación de las banderas sudistas pero, francamente se desconocía en gran parte su significado y se usaban como lo fue el rock como un elemento de rebeldía sin embargo, con el tiempo existieron algunas connotaciones como un acto de provocación, algunas tendencias xenófobas, para decir: “no me importa nada” y otros porque, algunos la encontraban bonita y guay y se veía en ella el rock y la rebelión.

Pandillas Ragarre Suecas

Algunas pandillas que se recuerdan de Ragarre en Estocolmo la capital de Suecia fueron los Road Devils en el norte y en el sur los Road Stars también, aparecieron pandillas como los Car angel y los teddy boys que se mencionan dentro de esta subcultura y ciertamente, en otras grandes y pequeñas ciudades de Suecia aparecieron otras pandillas con sus códigos y su estilo.

Los Raggare en la actualidad

El sueño americano para algunos fue una decisión vida lo que lo llevo a los Estados Unidos y prosperaron, otros se devolvieron desencantados y gran parte se quedó en Suecia viviendo esa subcultura trasplantada.

Algunos señalan que los raggare fue una subcultura que se fue disolviendo en los años 70’ producto de la desaparición de los grupos o pandillas históricos y porque, muchos pasaron a desarrollar una vida familiar y hoy, sólo quedan los entusiastas y enamoradizos de una hermosa y singular época que se resiste a desaparecer.

Hoy en día, la subcultura Raggare se mantiene viva en el interior como también, en el norte de Suecia donde todavía se reúnen y se hacen sentir con caravanas que pasan lentamente en las ciudades como ecos de un pasado próspero y mágico.

Palabras de cierre

Finalmente, no cabe duda que los raggare fueron una subcultura en Suecia de inspiración americana de gran calado y son parte, de la identidad nacional sueca como lo es el grupo de Pop Abba y las hermosas chicas rubias de ojos azules que tantas pasiones despiertan en el mundo y difícilmente van a desaparecer ya que, la cultura y memoria de la vida sueca son respetados y añorados en el corazón

Por último, este artículo estaría incompleto sin mostrar una serie de registros fotográficos de lo que hoy queda de la subcultura raggare que vive en las entrañas y en el alma de Suecia y se hace carne en mayor medida una vez al año con el nostalgifestivalen y dejar alguna bibliografía como unos videos cerca del mundo raggare.

Lecturas complementarias y recomendadas

Un texto digno de mencionar es Historias de Suecia de Neil Kent que trata en una lectura ligera el proceso de desarrollo en Suecia con pasajes de la Industrialización y capitalización de Suecia.

Un libro interesante de revisar y que tiene que ver en concreto con esta subcultura sueca es Raggare de Stern Berglind donde se describe todo este movimiento que rompió el idilio sueco de los años 50’.

En la compañía multimedia de contenidos Vice desarrollaron una interesante entrevista a una leyenda viva de este movimiento llamado Sven-Erik “Svempa” Bergendahl que vale la pena revisar y que se titula “Los raggare aman los hot rods y el rock’n’roll”.

Un material fotográfico valioso de revisar es el que desarrollo el fotógrafo Christer Ehrling que retrato la vida de los raggare y publico un libro en el 2011 llamado Asphalt Telegraph donde se recopilan algunas fotos de los ragarre donde se plasma esta realidad.